sábado, 16 de noviembre de 2013

" LA MARIPOSA DEL ALMEZ": LIBYTHEA CELTIS ( LAICHARTING, 1782)

La familia Libytheidae (Boisduval, 1833), es una pequeña familia de mariposas, con 13 especies conocidas en todo el mundo. Una de ellas, la única que habita en la Región Paleártica, es  la Libythea celtis (Laicharting, 1782) o mariposa del almez en alusión a la planta nuticia de sus larvas: Celtis australis. En apariencia, esta mariposa nos recuerda a los Nymphalidae con los que está filogenéticamente emparentada. Un rasgo característico de su morfología son los palpos muy conspicuos y de longitud considerable de más de tres veces superior a la cabeza.
No es fácil de toparse con esta mariposa en el campo, a pesar de que está muy extendida prácticamente por toda la geografía peninsular. La mayor parte de su vida, transcurre como insecto adulto o mariposa incluyendo los meses invernales. En este sentido muestra similitudes con los ninfálidos vanésidos. A comienzos de primavera los imagos salen de sus escondrijos y revolotean por los caminos y lugares soleados para libar y aparearse. Es característico observarlas con sus alas extendidas al sol en el suelo o sobre la vegetación. Tan pronto como los árboles del almez empiezan a brotar, pueden observarse a las hembras patrullando por el ramaje de estos árboles, confiando un huevo por cada yema foliar. 
Los huevos eclosionan después de poco más de una semana de incubación. Las larvas se desarrollan rápidamene, siempre reposando en el envés de las hojas. Cuando son más fáciles de localizar es en el momento que las hojas del almez están poco desarrolladas y al mirarlas a contraluz, se delata la silueta de las orugas. La coloración de las larvas es normalmente verde,
si bien en cautividad podemos encontrar larvas muy oscuras. Aparte del camuflaje, las larvas tienen otro mecanismo defensivo muy eficaz. Cuando son molestadas se dejan caer agarradas a un hilo sedoso. Poco instantes después, haciendo acrobacias, se las observa trepar con rápidos movimientos de la cabeza y contorsiones del cuerpo al mismo lugar donde reposaban. Probablemente este gesto los salve de buena parte de sus depredadores naturales, particularmente parasitoides.
Las orugas pupan en el envés de las hojas y, por su forma y coloración, su camuflaje es igualmente muy eficaz. A los diez días, la eclosión de los imagos tiene lugar, allá por los meses de junio y principios de julio dependiendo de la localidad. Poco después de su nacimiento, esta mariposa tiene un comportamiento dispersivo hasta distancias considerables, llegando a alcanzar casi las altas cumbres de las sierras, donde se las puede localizar en los bebederos junto con otras mariposas.
Avanzado el verano,  L. celtis es más difícil verla y su encuentro es muy casual, como sucede en determinados días soleados del invierno.
L. celtis recién eclosionada, sobre flores de Cotoneaster, mostrando una escamación con tintes iridiscentes

L. celtis con las alas plegadas tiene un camuflaje extraordinario como aquí se muestra.

Lo que hemos hablado antes. Todo libiteido se distingue por los palpos extraordinariamente largos.
L. celtis sobre Santolina. Justo después de la eclosión es el periodo más propicio para toparse con esta mariposa.
Libythea celtis, recién eclosionada

Oruga adulta de L. celtis y nada menos obtenida en  los jardines de La Cartuja de Granada.

Oruga adulta de L. celtis, en "versión verde". Su morfología nos recuerda a las de Pieris.


sábado, 2 de noviembre de 2013

PARNASSIUS APOLLO. DETALLES DE SU ESCAMACIÓN ALAR.

Si hay una mariposa representativa de los escenarios alpinos de nuestras más altas montañas, esa es la especie Parnassius apollo (Linnaeus, 1758).  A pesar de que su área de distribución es muy extensa pues prácticamente cubre todas las zonas templadas y frías de Eursaria, sus poblaciones se encuentran muy fragmentadas y distintantes unas con otras. Nos encontramos una vez más con una mariposa de carácter relicto, testimonio vivo de tiempos pasados en que las glaciaciones imperaban por la mayor parte de Europa. De ella se han descrito, en exceso, numerosas razas o subespecies que deberían considerarse como sinonimias. Una de las más válidas que conocemos y de mayor interés biogeográfico es la ssp. nevadensis endémica de Sierra Nevada, caracterizada por presentar ocelos amarillo-naranja.
En esta entrada os pongo algunas fotos de este año. Las de escamas las he realizado con el método de apilado de 30 imágenes cada una, con mi objetivo favorito, el macronikkor 35 mm. y fuelle de extensión. Me ha sorprendido la variación en la morfología de las escamas en esta especie en función a su disposición.


Parnassius apollo nevadensis(Oberthür), La Ragua (Julio 2013).



Ocelo de las alas posteriores de P. apollo mariae, captada a contraluz. Llama la atención la redondez de las escamas y lo espaciadas que se disponen si las comparamos con otras especies de papiliónidos. Las escamas blancas nos recuerdan a los pétalos de las flores del almendro.

La misma imagen que la anterior pero con diferente iluminación y por tanto diferentes resultados. 


En esta foto se muestra detalle de la nerviación alar, muy prominente en Parnassius apollo que queda prácticamente al descubierto a las pocas horas de vuelo.

Borde alar de las alas anteriores de P. apollo mariae. Como se aprecia, esta zona la conforman tres tipos de escama muy distintas. Un tipo,  las situadas en el mismo borde,  las escamas están alineadas en 2-3 hileras y su forma es alargada y terminadas en dos puntas. El resto de escamas tienen una forma ahusada y algunas tienen una variación, imitando en parte a las del borde por presentar dos puntas.
La superficie de estas escamas se aprecia una textura  ondulada, parecida a la de otras tantas especies de lepidópteros.